Con gran gozo, miles de fieles de todas las parroquias de la Arquidiócesis de Trujillo celebraron la Solemnidad del Corpus Christi, fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de Armas de Trujillo, que reunió a más de 40 mil fieles.
La Solemne Eucaristía fue presidida por Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM., Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, y concelebrada por el Obispo Auxiliar, Monseñor Javier Travieso Martín CFM., y el Obispo de Chimbote, Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, además de los sacerdotes que prestan sus servicios en todas las parroquias de la jurisdicción eclesiástica.
En su homilía, Monseñor Miguel Cabrejos recordó que “el Pan y el Vino después de la consagración no son la representación ni la figura de Jesucristo, sino que son el mismo Cuerpo y Sangre de Cristo unido en la Divinidad”.
Luego de la Eucaristía, los Obispos encabezaron el multitudinario recorrido procesional con Jesús Sacramentado por todo el perímetro de la Plaza Mayor, que fue adornada por 40 gigantescas alfombras de flores naturales y 26 arcos artísticamente decorados. Culminada la procesión, el Arzobispo impartió la bendición Eucarística a todos los fieles que se dieron cita a este importante encuentro con la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
La Solemne Eucaristía fue presidida por Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM., Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, y concelebrada por el Obispo Auxiliar, Monseñor Javier Travieso Martín CFM., y el Obispo de Chimbote, Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno, además de los sacerdotes que prestan sus servicios en todas las parroquias de la jurisdicción eclesiástica.
En su homilía, Monseñor Miguel Cabrejos recordó que “el Pan y el Vino después de la consagración no son la representación ni la figura de Jesucristo, sino que son el mismo Cuerpo y Sangre de Cristo unido en la Divinidad”.
Luego de la Eucaristía, los Obispos encabezaron el multitudinario recorrido procesional con Jesús Sacramentado por todo el perímetro de la Plaza Mayor, que fue adornada por 40 gigantescas alfombras de flores naturales y 26 arcos artísticamente decorados. Culminada la procesión, el Arzobispo impartió la bendición Eucarística a todos los fieles que se dieron cita a este importante encuentro con la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
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