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sábado, 16 de enero de 2010

OCTAVARIO POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (Perú - 2010)

Desde este lunes 18 de enero, se llevará a cabo en Lima una Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, evento que es promovido por la Comisión Episcopal de Doctrina de la Fe, de la Conferencia Episcopal, junto a otras confesiones cristianas. Durante siete días, decenas de personas se uniran en oración para pedir a Dios por el don de la unidad y la paz. El evento culminará con una Celebración Ecuménica de Oración por la Unidad de los Cristianos, el lunes 25 de enero, a las 7:00 de la noche, en Jirón Huaraz 2030 – Pueblo Libre.

Esta jornada de oración por la unidad de los cristianos, nació en Inglaterra, en 1908, gracias a la idea del anglicano Paúl Watson, que la llamó “Octavario de oración por la unidad de la Iglesia”. Luego, en 1966 se creó un grupo mixto entre la Iglesia Católica y el Consejo Mundial de las Iglesias Protestantes, para la preparación de esta semana de oración.

Por el lado de la Iglesia Católica existe el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, que es un organismo de la Santa Sede, que ve los temas de asuntos ecuménicos. Se encarga de la promoción, dentro de la Iglesia Católica, de un auténtico espíritu ecuménico y al mismo tiempo, también tiene como objetivo desarrollar el diálogo y la colaboración con las otras Iglesias y Comuniones Mundiales. Del mismo modo, envía observadores católicos a diversas reuniones ecuménicas y, a su vez invita a los observadores o delegados de otras Iglesias a los grandes acontecimientos de la Iglesia Católica.


DIA PRIMERO
Testimoniar celebrando la vida


¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? (Lc 24,1-5)
Gn 1, 1.26-31 Dios vio todo era muy bueno
Sal 104, 1-24 Qué abundantes son tus obras, Señor
1 Co 15, 12-20 Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado

Nuestro camino hacia la unidad se arraiga firmemente en nuestra fe común en la resurrección de Jesucristo; celebramos no sólo la vida que Dios nos dio sino también la nueva vida que nos ofrece por la victoria de Jesús sobre la muerte. Al reunimos en esta “SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS”, damos testimonio de nuestra fe común manifestando nuestra preocupación por toda la vida humana. La vida es el primer don que Dios nos hizo; por eso la cuidamos y la celebramos.

El libro del Génesis nos recuerda el poder y la energía creadora de Dios; es el mismo poder y energía que San Pablo descubre cuando experimenta la resurrección de Jesús. Exhorta a los habitantes de Corinto a colocar toda su confianza en el Señor resucitado y en la nueva vida que nos ofrece. El salmo prosigue sobre el mismo tema declarando la gloría de la creación divina.

El pasaje del evangelio de este día nos exhorta a buscar la nueva vida, frente a la cultura de muerte que el mundo de hoy a menudo nos propone. Nos da ánimo para tener confianza en el poder de Jesús y, así, experimentar la vida y la sanación.

Hoy damos gracias a Dios por el amor que nos tiene: por las maravillas de la creación, por nuestros hermanos y hermanas del mundo entero, por la comunión en el amor, por el perdón y la curación, y por la vida eterna.

Oración
Señor, Padre bondadoso, Tú que eresnuestro creador, te alabamos por todoslos que dan testimonio de su fe en Jesucristo con sus palabras y acciones. Viviendo plenamente nuestra vida, sentimos tu presencia amorosa en las numerosas experiencias que nos permites vivir. Haz que estemos unidos en nuestro testimonio común cuando celebramos la vida, tú que eres el autor de toda vida.

Reflexión
   1. ¿En qué medida nuestro testimonio celebra la vida?
   2. ¿Nuestro testimonio puede conducir a otras personas a comprender que Cristo ha resucitado de entre los muertos?
   3. ¿Existen cosas del pasado que nos pesan y dificultan un camino de fraternidad y ecumenismo?

DÍA SEGUNDO
Dar testimonio compartiendo nuestras experiencias


¿Qué es lo que vienen conversando por el camino? (Lc 24,13-17)
Jr 1, 4-8 Irás a todos los sitios adonde yo te envíe
Sal 98 (97) Canten al Señor un cántico nuevo Hch 14, 21-23 Animándolos a permanecer firmes en la fe

Compartir nuestras experiencias personales es una manera poderosa de dar testimonio de nuestra fe en Dios. Escucharnos mutuamente, con respeto y con atención, nos permite encontrar a Dios en la misma persona con la cual tenemos este intercambio.

La lectura de Jeremías nos ofrece un testimonio que señala el llamado de Dios al profeta: debe compartir lo que ha recibido para que así sus hermanos entiendan la Palabra de Dios. Los discípulos de la Iglesia primitiva recibieron también este llamado a proclamar la Palabra de Dios, como da testimonio la lectura de los Hechos de los Apóstoles.

El Evangelio de este día nos presenta a Jesús sanando nuestra ceguera y disipando nuestras decepciones. Nos ayuda a situar nuestras experiencias en el desarrollo del único plan de Dios.

Durante esta Semana de oración escucharemos a otros cristianos hablar de su fe en Jesucristo; esto afianzará lo esencial: nuestra fe en Jesús. Somos también conscientes de que nuestro acercamiento a otros puede hacerse gracias a la realidad virtual de la tecnología. Los medios modernos de comunicación pueden ayudarnos a compartir más ampliamente nuestra experiencia, y a crear así una comunidad más amplia que la realidad puramente física. La escucha atenta nos hace crecer en la fe y en el amor; a pesar de la diversidad de nuestro testimonio personal y colectivo, descubrimos que estamos vinculados unos a los otros en una misma historia, la del amor de Dios que se nos reveló en Jesucristo.

Oración
Señor de la historia, te damos gracias por todos los que nos hablaron de su fe y dieron testimonio así de tu presencia en sus vidas. Te alabamos por la riqueza de nuestra vida, tanto como individuos, como Iglesias. En estos relatos, percibimos el desarrollo de una sola y misma historia, la de Jesucristo. Danos el valor y la fuerza de hablar de nuestra fe a los que encontramos para que todos conozcan el mensaje de tu Palabra.

Reflexión
   1. Nosotros y nuestra Iglesia, ¿tenemos una actitud abierta para interesarnos por los demás?
   2. ¿Estamos abiertos para hablar de la fe a otras personas y dar testimonio de la presencia de Dios en nuestra vida?
   3. ¿Somos concientes del potencial enorme y positivo que los medios modernos de comunicación pueden ofrecer a la Iglesia hoy? ¿Cómo lo aprovechamos?

DÍA TERCERO
Dar testimonio con atención


¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado ahí estos días? (Lc 24,13-19)
1 Sm 3,1-10 Habla, Señor, que tu siervo escucha
Sal 23 (22) El Señor es mi pastor Hch 8, 26-40 Felipe anunciando la buena noticia de Jesús

Es urgente crecer en la fe. Muchas personas tienen hoy una vida muy ocupada y deben hacer frente a numerosas obligaciones y responsabilidades; por ello se nos va haciendo difícil percibir el amor de Dios en nuestra vida diaria y en nuestras distintas experiencias. Esas múltiples actividades pueden ser como un “huayco” avasallador: corremos el riesgo de no ver lo realmente importante.

La lectura del Antiguo Testamento nos hace entender cómo Dios llama a Samuel a dar testimonio, pero Samuel debe, en primer lugar, oír su Palabra. Eso presupone disponibilidad y voluntad de ponerse a la escucha de Dios.

En Hechos, encontramos este deseo de escucha de la Palabra de Dios en Felipe y en el etíope. Dan testimonio de su fe respondiendo a lo que se les pide en ese momento preciso. Escuchan atentamente y responden en consecuencia. El Salmo del Buen Pastor refleja la confianza tranquila del que tiene conciencia del cuidado de Dios, que reúne a su rebaño y conduce a sus ovejas a verdes praderas.

Durante esta Semana de oración intentamos tomar conciencia de que Dios está presente en todos los acontecimientos y experiencias diarias. Durante los diversos encuentros, conocemos algo de la experiencia espiritual de los otros y nuestra visión de Dios se renueva. Esta conciencia de la presencia de Dios nos anima a trabajar en favor de la unidad de todos los seguidores de Jesús.

Oración
Señor Jesús, Buen Pastor que vienes a nuestro encuentro y nos acompañas cada día de nuestra vida; concédenos la gracia de ser conscientes de todo lo que haces por nosotros. Te pedimos que nos ayudes a abrimos a todo lo que nos ofreces y danos un corazón dispuesto a trabajar por la fraternidad y los caminos de unidad de todos tus discípulos.

Reflexión
   1. ¿Qué acontecimientos nos ayudan a tomar conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida?
   2. ¿Tenemos conciencia de los grandes momentos de alegría y de las tragedias que ocurren en el mundo y en nuestra patria? ¿Solemos responder a ello?
   3. Para dar testimonio de la fe, ¿es suficiente estar atentos, o se podrían hacer otras cosas?

DÍA CUARTO
Dar testimonio celebrando la herencia de la fe


“¿Qué ha pasado? Ellos contestaron: Lo de Jesús de Nazaret” (Lc 24,17-21)
Dt 6, 3-9 El Señor Dios es el único Señor
Sal 34 Bendigo al Señor en todo momento
Hch 4, 32-35 Un mismo sentir y pensar

Todos tenemos una enorme deuda de gratitud hacia quienes que nos han transmitido las bases de nuestra fe en Cristo. Son numerosos los hombres y mujeres que, por sus oraciones, su testimonio y sus celebraciones, supieron transmitir la fe a las generaciones siguientes.

Las lecturas de este día afirman la importancia del apoyo de la comunidad de fe para garantizar la difusión de la Palabra de Dios. El pasaje de Deuteronomio nos ofrece la bella oración de nuestros hermanos y hermanas judíos que alababan a Dios diariamente con estas palabras. El Salmo nos propone dar testimonio de nuestra herencia como creyentes en la alabanza, para que nuestra fe se manifieste en la glorificación y la acción de gracias. El pasaje de los Hechos revela una comunidad unida en la fe y la caridad. El relato del Evangelio nos presenta a Jesús de Nazaret como el centro de la herencia de nuestra fe.

Uniéndonos a nuestros hermanos y hermanas cristianos durante esta semana de oración, acogemos la rica variedad y la diversidad de nuestra herencia cristiana. Y pedimos que la conciencia de tener una herencia común de fe, genere en nosotros actitudes fraternas.

Oración
Señor Dios nuestro, te damos gracias por todas las personas y comunidades que nos han transmitido el mensaje de la Buena Noticia y así nos han dado una base sólida para nuestra fe. Te pedimos que también podamos dar testimonio de nuestra fe, para favorecer que otros te conozcan y pongan su confianza en Jesucristo, para la vida del mundo.

Reflexión
   1. ¿Quiénes son los que nos han iniciado en la fe? Los recordamos y oramos por ellos.
   2. ¿Cuáles son las principalesenseñanzas que se nos transmitieron?
   3. ¿Somos concientes de la fuerza de Dios en nosotros, al momento de transmitir la fe a las generaciones futuras?

DÍA QUINTO
Testimoniar en el sufrimiento


¿No era necesario que el Mesías sufriera para entrar en su gloria? (Lc 24,25-27)
Is 50, 5-9 Él es mi ayuda
Sal 124 Nuestro auxilio es el nombre del Señor
Rm 8, 35-39 El amor que Dios nos tiene en Cristo Jesús

El  profeta  Isaías habla con fuerza del sufrimiento y nos recuerda que a Dios no le gusta ver sufriendo a sus hijos e hijas. En cambio, el salmo declara la necesaria confianza que guarda el creyente hacia su Salvador.

La Carta a los Romanos declara la certeza de que el amor es lo más fuerte, y que el dolor y el sufrimiento nunca prevalecerán, ya que Cristo aceptó la agonía cruel y la oscuridad de la tumba, para participar con nosotros en nuestras peores miserias. La resurrección es certeza de que sólo la vida vence.

Seguidores del Señor, los cristianos manifiestan su solidaridad hacia aquellos que se enfrentan con situaciones diversas de sufrimiento, confesando que el amor es más fuerte que la muerte. Y después de la humillación extrema de la tumba, la resurrección llegó a ser como un nuevo sol; como un clamor de vida, de perdón y de inmortalidad.

Oración
Dios Padre nuestro, que miras nuestras situaciones de miseria, sufrimientos, pecado y muerte con un corazón compasivo; te pedimos el perdón, curación, consolación y el apoyo en la prueba. Te damos gracias por los que llegan a percibir tu luz en su aflicción. Que tu Espíritu divino nos comunique la inmensidad de tu compasión para hacemos solidarios en cualquier dolor de nuestros hermanos y hermanas.

Reflexión
   1. ¿Cómo podríamos mostrar cercanía hacia los que sufren y están en el dolor?
   2. ¿Qué sabiduría y qué experiencias hemos adquirido a través del sufrimiento?
   3. ¿Cómo estamos viviendo la solidaridad con el sufrimiento y la opresión de tantos hermanos que viven en la injusticia y en la pobreza?

DÍA SEXTO
Dar testimonio fiel segun las Escrituras


“Y se dijeron el uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?” (Lc 24,28-35).
Is 55, 10-11 La palabra que sale de mi boca no volverá a mí sin cumplir su propósito
Sal 119 (118), 17-40 Abre mis ojos para que vea las maravillas de tu ley 2 Tm 3,14-17 Toda Escritura está inspirada por Dios

Los cristianos tenemos el privilegio de descubrir la Palabra de Dios en la lectura de las Santas Escrituras. Por la escucha fiel a las Escrituras, abrimos los corazones y el espíritu para acoger la Palabra misma de Dios. Jesús prometió a sus discípulos que enviaría el Espíritu Santo para que pudieran comprender la Palabra de Dios y guiarlos hacia la verdad completa.

Desde un punto de vista histórico, los cristianos nos hemos dividido por nuestro modo de comprender e interpretar la Palabra de Dios. A menudo hemos utilizado la Biblia para destacar nuestros desacuerdos, más que para buscar reconciliarnos.

Afortunadamente, gracias a una verdadera escucha de las Santas Escrituras, los cristianos últimamente nos estamos acercando unos a otros. El estudio común de la Biblia ha pasado a ser uno de los principales medios para crecer juntos en la fe.

El profeta Isaías nos recuerda que la Palabra de Dios es verdaderamente eficaz. No retorna a Dios con las manos vacías, sino que hace efectivo el objetivo para el cual Dios fue enviada. También Timoteo, es invitado a creer en la eficacia de las Escrituras que son, para los fieles, un instrumento para hacer el bien. El Salmo alaba las palabras y las disposiciones del Señor y nos ayuda en nuestro discernimiento para que amemos la Ley sagrada.

Durante esta Semana, oremos para que todos los cristianos aprendamos a penetrar adecuadamente en las riquezas que se nos muestran en las Santas Escrituras.

Supliquemos para que el Espíritu Santo nos ayude a comprender mejor la Palabra de Dios y nos oriente en nuestro común camino de fe, hasta que estemos de nuevo reunidos alrededor de la única mesa de nuestro Padre Dios.

Oración
Oh Dios, alabamos y agradecemos tu Palabra que nos salva y que las Santas Escrituras nos ofrecen. Te agradecemos también porque podemos compartir tu Palabra y descubrir la abundancia de tu amor en los hermanos y hermanas. Te pedimos nos concedas la luz del Espíritu Santo para que tu Palabra santa oriente nuestros pasos en nuestra búsqueda de una mayor unidad.

Reflexión
   1. ¿Cuáles son los pasajes de la Escritura que nos resultan más significativos?
   2. ¿Qué pasajes de las Escrituras nos ayudan a comprender mejor el testimonio de los otros cristianos?
   3. ¿A tu modo de ver, cómo las Iglesias podrían utilizar las Escrituras de manera más eficaz en sus vidas y en su oración diaria?

DÍA SÉPTIMO
Dar testimonio por la esperanza y la caridad


“¿De qué se asustan? ¿Por qué surgen dudas en su interior?” (Lc 24,36-40)
Jb 19, 23-27 Yo mismo lo contemplaré
Sal 63 (62) Mi alma tiene sed de Dios
Hch 3, 1-10 Te daré lo que poseo

En el transcurso de la vida, todos los cristianos atravesamos momentos de duda. Cuando no llegamos a reconocer la presencia de Cristo resucitado, el encuentro con otros puede incluso reforzar estas dudas, más que reducirlas.

Los cristianos tenemos el reto de seguir creyendo que, aunque no veamos ni sintamos la presencia de Dios, Él está con nosotros. Las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad nos permiten testimoniar que, podemos ir más allá de nuestras limitaciones.

Job nos ofrece el ejemplo del creyente que tiene de afrontar duras tribulaciones y pruebas, hasta llegar a tener un debate con Dios. A pesar de todas sus luchas, estaba convencido de que Dios permanecería con él. Encontramos esta confianza y esta convicción en las acciones de Pedro y Juan durante el relato del minusválido, narrado en los Hechos. Su fe en el nombre de Jesús les permite dar un poderoso testimonio delante de todas las personas presentes. El Salmo de hoy es una oración que refleja nuestra profunda esperanza en el amor inquebrantable de Dios.

Nuestro encuentro durante esta Semana de oración ofrece a nuestras comunidades la posibilidad de crecer juntos en la fe, la esperanza y el amor. Damos prueba del amor inquebrantable de Dios por todos los seres humanos, y de su fidelidad hacia la única Iglesia que estamos llamados a ser. Cuanto más estemos unidos, mucho mas fuerte será nuestro testimonio de Cristo.

Oración
Dios de la vida y la esperanza, haznos descubrir el proyecto que tienes para tu Iglesia y que tu Espíritu nos ayude a superar nuestras dudas. Refuerza nuestra fe para que todos los que creen en Jesucristo puedan celebrarte juntos en espíritu y en verdad. Te pedimos especialmente por todos los que dudan actualmente o cuya vida se oscurece por el miedo o por el odio. Permanece con nosotros y danos tu presencia que es certeza y consolación.

Reflexión
   1. ¿Cómo afrontamos nuestros propios miedos y dudas?
   2. Nuestra vida, ¿será fuente de certeza o de duda para los demás?
   3. ¿De qué modo afrontamos nuestros propios miedos y dudas, y damos testimonio de fe en Cristo, superando esas dificultades?

DÍA OCTAVO
Testimoniar por la hospitalidad


“¿Tienen aquí algo de comer?” (Lc 24,41)
Gn 18, 1-8 Voy a traer algo de comer para que repongan fuerzas
Sal 146 (145) Hace justicia a los oprimidos y da pan a los que tienen hambre
Rm 14, 17-19 Busquemos con afán lo que contribuye a la paz y a la convivencia mutua

Gracias a los medios de comunicación electrónica, todos hoy estamos cercanos unos a otros en este planeta que se va haciendo pequeño y superpoblado. Como en el tiempo de Lucas, numerosas son las personas y las comunidades que han tenido que abandonar sus casas y encontrar refugio en tierra extranjera: los migrantes. Nuestras comunidades han descubierto nuevas religiones y culturas gracias a la llegada de fieles de las grandes religiones mundiales.

Durante esta Semana de oración, reconocemos en nuestro camino la hospitalidad y la fraternidad de los cristianos de todas las Iglesias. Cristo nos pide también acoger al extranjero y dejamos acoger por él, que en adelante es nuestro vecino. Queda claro que si no somos capaces de ver a Cristo en el hermano, entonces no podremos verlo de ninguna manera.

La historia que se narra en el Génesis describe cómo Abraham recibió a Dios al abrir su casa y al ofrecer la hospitalidad a los extranjeros. El Dios que sostiene en sus manos el mundo, sostiene también al preso, al ciego y al extranjero. El Salmo de hoy es una alabanza a Dios por su fidelidad eterna y por todo lo que hace por nosotros. La carta a los Romanos nos recuerda que el Reino de Dios se realiza a través de la justicia, la paz y la alegría en el Espíritu Santo.

Cristo resucitado reúne a sus discípulos y ellos lo reconocen mientras come con ellos. Les recuerda lo que las Escrituras decían de él y les explica lo que no habían comprendido hasta entonces. Así los libera de sus dudas y temores, y los envía a dar testimonio de todo eso. Al crear este espacio de encuentro con él, les comunica su paz, que implica la justicia para los oprimidos, la preocupación hacia los hambrientos, y el estímulo mutuo. Esos son los dones del Resucitado. Como ellos, podemos encontrar a Cristo cuando nos disponemos a compartir nuestra vida y nuestros talentos.

Oración
Dios de amor, que nos has mostrado tu hospitalidad en Cristo, tu Hijo Amado. Reconocemos que te encontramos a ti si nos lanzamos a compartir nuestros dones con los hermanos. Concédenos el gran don de la unidad en nuestro camino, y la capacidad de reconocerte en cada hermano Haz que, acogiendo al extranjero en tu nombre, demos testimonio de tu hospitalidad y de tu justicia.

Reflexión
   1. ¿En qué medida nuestro país se muestra acogedor hacia los migrantes?
   2. ¿Cómo se acoge al migrante entre nosotros? ¿Se le concede la posibilidad de vivir y trabajar?
   3. ¿Cómo podemos agradecer a los que supieron acogernos?

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